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Muy poca gente sabe exactamente qué servicio de Internet tiene contratado, y peor aún, si es que les están ofreciendo lo pactado. Actualmente se ofrecen varios servicios de Internet en el mundo. La conexión de Internet se puede medir en la velocidad de bajada (download) o de subida (upload). Por lo general, las conexiones más baratas son las que tienen velocidades variables con direcciones IP que no son fijas. Esto es muy común en usuarios residenciales o pequeñas empresas ya que el ISP (proveedor de servicio de Internet) te da una velocidad alta de descarga (ver un video en YouTube), pero la carga de archivos en la red (subida de un archivo a YouTube o fotos a Facebook) puede ser muy lenta.

Por otro lado, para servidores que alojan páginas web o de correo electrónico, las empresas requieren un servicio dedicado y medido que utiliza direcciones IP’s fijas con velocidades de subida y bajada iguales. Lo anterior es un servicio que cuesta más, dependiendo de la velocidad contratada.

Los servicios caseros tienden a ser más baratos porque el canal de comunicación es compartido con otros clientes. En los contratos pueden aparecer leyendas como por ejemplo compartición 1:4, es decir que por cada canal (como si fuera una carretera) van a haber hasta 4 clientes conectados. Entonces si hay más tráfico, tu velocidad puede ser más lenta.

Para hacer la prueba, ingresa a Speedtest.net y verifica en este momento a qué velocidad estás navegando. Te mostrará los resultados de subida y bajada que varían de acuerdo al uso que se le esté dando al Internet en ese momento dentro de tu red local. Luego compara esos resultados con lo que se supone que te ofrecen y estás pagando. Exige que te den un mejor servicio en caso de que no estén cumpliendo con lo pactado. Estos resultados pueden variar de acuerdo al uso que se le esté dando al Internet dentro de tu red local, cuántos dispositivos están conectados al momento de la prueba, etc.

Hoy en México y en la mayoría de países de América Latina el uso del Internet no está del todo limitado a la cantidad de MB o GB utilizados, pero en ciertos países como por ejemplo Australia, este servicio no es completamente ilimitado. Cuando se excede de la cantidad permitida de transmisión de datos, el proveedor de Internet te reduce la velocidad de navegación para de alguna manera penalizarte ya que seguirás teniendo conexión y podrás navegar, pero la lentitud y el tiempo que te tomará cargar cierta información podrán ser traumáticos. Esta «política de uso justo» es común en compañías celulares cuando ofrecen conexiones «ilimitadas» de Internet.

Ambos servicios tienen sus ventajas y desventajas. Los servicios dedicados son muy eficaces para servidores web por ejemplo pero son muy caros, en cambio para la navegación de los colaboradores en una empresa puede ser una excelente opción un servicio más barato que servirá muy bien en horario de oficina ya que la mayoría de usuarios domésticos no lo usa en ese tiempo, razón por la cual tu velocidad no se verá tan afectada y estarás ahorrando dinero al no pagar un servicio muy costoso. Claro, esto pensado para un entorno en el que predominan las descargas y consultas en Internet y no la subida de datos a Internet.

Revisa tu factura y monitorea tu conexión, ¿qué esperas?

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